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Educación Emocional o cómo reconocer y gestionar las emociones

En los últimos años, se ha ido priorizando la educación emocional tanto en el ámbito educativo como en el ámbito personal. Y es que trabajar la educación emocional en infantil u otras etapas educativas es muy importante para que los niños aprendan a controlar sus emociones y para empezar a comunicarse eficazmente. 

Los beneficios que reporta incorporar la inteligencia emocional en el aula son muy diversos, como veremos a continuación.

¿Cómo introducir la inteligencia emocional en el aula?

Como decíamos, trabajar la inteligencia emocional en los centros educativos nos va a permitir crear niños que sepan comunicar sus emociones y que presentarán a la larga menos problemas de comportamiento. También es muy importante la educación emocional en nuestra relación con otros seres humanos.

Para lograr que reconozcan sus emociones y aprendan a gestionarlas, podemos utilizar fichas con ejemplos de situaciones reales. Así, sabrán cómo nombrar cada una de ellas. También a través de cuentos y relatos es posible dialogar y representar las emociones de manera que sean capaces de identificar cada una de ellas.

Por otra parte, aprovechar las interacciones diarias entre alumnos o entre niños y profesores será muy provechoso a la hora de expresar cómo se sienten y qué emociones les producen diferentes situaciones.

 

¿Qué ventajas presenta la educación emocional en infantil, primaria y secundaria?

 

Mejora el manejo de las emociones como la ira o la frustración

La educación emocional es clave para que los niños y adolescentes  aprendan cómo canalizar la rabia o la decepción. Así, sabrán que no siempre se obtiene lo que uno desea. También gracias a ella, conocerán métodos para calmarse o sobrellevar esos accesos de ira y frustración.

Ayuda a que se conozcan a sí mismos mejor

La inteligencia emocional resulta muy útil para su tratamiento en las aulas, ya que los alumnos van siendo cada vez más conscientes de cómo se sienten. Si les enseñamos a poner nombres a cada emoción, serán capaces de identificarlas y de descubrir cómo gestionarlas.

Evita estados negativos como el estrés o la ansiedad

Al estar calmados y controlar sus propias emociones, los jóvenes no tienen que pasar por el estallido emocional de las rabietas con los malestares que les provocan. De esta manera, tanto el propio alumno como la gente de su alrededor estará más tranquila y feliz.

Aumenta la autoestima

Un niño que ha recibido educación emocional generalmente se siente más seguro consigo mismo y con su entorno. Esto se debe a que, al haber desarrollado su inteligencia emocional, también se ha tratado el autoconocimiento y la visión que tiene el resto de personas de nosotros.

Favorece la comunicación y las relaciones sociales

La educación emocional sirve para promover la comunicación de las emociones y saber transmitir cómo nos sentimos. Cuando somos capaces de identificar nuestras propias emociones, también podemos desarrollar la empatía, totalmente necesaria para establecer vínculos con otras personas.

Por lo tanto, al desarrollar la inteligencia emocional se consigue que los niños aprendan con el paso de los años a lidiar con situaciones más estresantes o difíciles, además de ser capaces de tomar decisiones más fácilmente sin dejarse influir por emociones negativas como la rabia o la frustración.

 

¿Sabes que en Madre de Dios educamos en inteligencia emocional desde hace años? Nuestro centro se encarga de formar a los alumnos desde su edad más temprana hasta bachillerato, con el objetivo de desarrollar sus habilidades emocionales y mejorar su autoestima.

Esto nos convierte en precursores de un modelo educativo más moderno e innovador, en el que se pone en el centro de la mesa la gestión de las emociones. Una metodología única de aprendizaje que nos posiciona como referentes.

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