En todas las ramas de la psicología y de la neurociencia educativa se ha descubierto que no puede existir el aprendizaje si no se crea un vínculo afectivo entre alumnado y profesorado.
Los estudiantes se centran en explorar el ambiente en el que se desarrolla el aprendizaje y, si se sienten cómodos, se comienza a construir un entorno de aprendizaje donde se sienten seguros no solo físicamente sino también emocionalmente. Aquí es donde entra la importancia de la relación con el profesor.
Importancia de la inteligencia emocional en el aula
La inteligencia emocional es imprescindible en la educación. De hecho, María Montessori ya hablaba de la inclusión de las emociones en el aprendizaje y, por tanto, en la enseñanza, pues estas van de la mano. Si el alumno se siente comprendido y arropado, el conocimiento se integra de manera más sencilla, pero este aspecto hay que llevarlo a cabo en el aula ordinaria.
Si nos centramos en las clases y dinámicas que se han realizado con los alumnos en la escuela tradicional, no encontramos el vínculo necesario entre profesor y niño, y esto provoca un rechazo por parte del pequeño, que no ve en el profesor confianza, cariño o un punto de apoyo, sino autoridad y jerarquía.
El desarrollo afectivo se basa en la comprensión de los problemas e inquietudes que puede tener el alumno. El objetivo que tiene el profesor es centrarse en las dinámicas específicas para que el niño pueda aprender en consonancia al contexto en el que esté inmerso, y eso se sabe conectando y estableciendo la confianza necesaria.
El entorno físico y la exploración del mismo en su conjunto con el profesor es esencial, ya que el pequeño se sentirá querido y, como consecuencia, mentalmente más motivado a realizar las diferentes tareas del aula.
La autonomía en los estudiantes
Es evidente que hay que darle a los alumnos la libertad para que realicen su trabajo, ya sea con la ayuda del profesor o con la de los compañeros y compañeras que se encuentran a su alrededor. El niño sabe qué tipo de ayuda necesita y cómo, por lo que debemos fomentar que la busque de manera autónoma.
Otra de las cosas que necesitan es movimiento. Un niño que permanece sentado 3 horas, se levanta media hora de recreo y vuelve a estar otras 2 en la misma posición, no ejercita su cerebro de la manera correcta ni de forma eficiente.
El alumno debe moverse por el aula para buscar la respuesta a lo que necesita. Así, si el profesor está en su camino, el alumno sabe que puede preguntarle y resolver, con su ayuda, los problemas y las situaciones que tengan en su día a día que afrontar.
El respeto y los modales también son dos claves esenciales para que este vínculo entre profesor y alumno se lleve a cabo, y es por ello por lo que hay que explicarles el porqué de ciertas actitudes que no son aptas para el lugar en el que nos encontramos.
En Madre de Dios nos encargamos de que la educación de nuestros centros y su modelo se centre en la autonomía y en reforzar el vínculo entre alumno y profesor. De esta manera, desarrollan capacidades como la motivación, la independencia, la creatividad o la inteligencia emocional, cualidades que no parecen ser importantes, pero que lo son todo en el futuro de los pequeños.
Cómo se trabaja este vínculo en nuestro colegio.
En el colegio Madre de Dios entendemos que en el momento en que consigues que tus alumnos se sientan queridos y comprendidos, se establecen bloques sólidos donde cimentar el proceso de enseñanza-aprendizaje. A partir de esta conexión, el niño será capaz de mejorar sus conocimientos académicos y, tanto él como el profesor, crecerán como persona en todos los ámbitos.
Nuestro centro entiende que reforzando este vínculo conseguiremos:
- Mejorar la comunicación (conseguir la atención del alumno) entre el profesor y el alumno.
- Trabajar la confianza y la seguridad del alumno.
- En relación con el punto anterior, se conseguirá fortalecer la autoestima del alumno.
- Todo esto, desarrollará de forma integral a nuestro alumnado.
Algunas de nuestras características principales como centro son la cercanía y la familiaridad, por lo que trabajamos de forma concienzuda el establecimiento de este vínculo para nosotros tan necesario.