Estimadas familias,
Soy Esther Fernández, la nueva directora pedagógica del colegio Madre de Dios.
La dirección no me es ajena, ya que durante el curso pasado fui adjunta al equipo directivo,
al mismo tiempo que, personalmente, acompañaba la transición en el departamento de
orientación de Margarita Ruiz.
Durante estos últimos años he ejercido labores y responsabilidades relacionadas con la
dirección del centro: coordinación de la etapa de Primaria y coordinación del Departamento
de Orientación, éstas responsabilidades me han ayudado a conocer la globalidad de
nuestro centro y las necesidades y los retos que cada etapa representa, por otro lado,
también he impartido clase tanto en las etapas de infantil y primaria como en la de
secundaria, lo que también me acerca a la realidad de nuestras aulas y de nuestro
alumnado.
Estoy muy motivada con el reto que se me presenta y lo llevaré a cabo con la misma ilusión,
implicación y cariño que he puesto en mis etapas anteriores.
Me gustaría hablar ahora de uno de nuestros pilares en nuestra institución educativa: la
comunicación con nuestras familias y la cultura de colaboración y de participación que debe
instituirse si queremos asegurar el desarrollo integral de nuestros alumnos.
La comunicación entre nosotros debe ser ágil para resolver dudas, para poder consultar o
para poder transmitir información importante, en todo momento del desarrollo escolar de
nuestros alumnos, a menudo creemos que debe hacerse más palpable en los primeros
años: etapa de infantil y primeros años de primaria, pero la etapa de la adolescencia
necesita de mucho seguimiento. Por otro lado, nunca es una buena idea recurrir a canales
de comunicación, ajenos al centro: redes sociales en general, whatsapp de diferentes
grupos, que dan información muy particular y nos impiden acudir a las verdaderas fuentes
de información.
Mantener el respeto mutuo en esos intercambios comunicativos es muy necesario, teniendo
claro que trabajamos en comunidad, formando un equipo unido, comprometidos y
participando activamente, validando el esfuerzo y el apoyo que todos ofrecemos a nuestros
niñas y niños.
El diálogo, la colaboración, la confianza mutua, ayudará a crear un clima positivo, de
confianza, teniendo claro que la familia y la escuela siempre somos aliados.