En el Colegio Madre de Dios seguimos disfrutando del nuevo comedor, un espacio reformado que ha cambiado la experiencia diaria de alumnos y profesores. Al contar con cocina propia, damos un gran paso hacia una alimentación accesible, variada y personalizada, que permita a los niños probar nuevos sabores y platos recién preparados cada día. Desde el primer día, nuestros alumnos han estado muy contentos con esta iniciativa y han disfrutado de comidas que, además de saludables y equilibradas, dicen que están muy ricas. Como plus, este nuevo sistema abrirá oportunidades para menús más variados, ofreciendo más flexibilidad para satisfacer sus necesidades y gustos.
Cada mañana, también el equipo docente comparte el servicio diario de desayuno, un momento de relajación en su día y una oportunidad para recargar energías con opciones frescas y saludables.
Detrás de todo este éxito están nuestros cocineros, Gonzaga y Laura. Su día comienza muy temprano, abriendo la cocina a las 6:45 para poder preparar cada servicio con mimo y profesionalidad. Su trabajo hace posible que cada plato sea especial, y estamos orgullosos de contar con ellas en este proyecto.
El nuevo comedor no es solo para comer, sino también para estar todos juntos, aprender y compartir momentos especiales. Seguiremos trabajando para que esta experiencia se convierta en un motivo de orgullo y alegría para toda nuestra comunidad educativa.
Porque en el Colegio Madre de Dios cada detalle cuenta para alimentar los sueños.